Vuelven las deidades acuáticas y marítimas, y con una mitología particularmente poco conocida: la de los pueblos fineses y bálticos, de la que hay muy poquita información y ninguna fuente escrita directa (el famoso Kalevala fue editado en el siglo XIX a partir de tradiciones orales).
Dentro de la reconstrucción de las creencias precristianas de finlandeses y estonios la divinidad que mejor encaja en nuestro tema es una deidad femenina llamada Ved-ava, la “madre de las aguas” a la que los estonios conocen como Vete-ema y los fineses como Veen emo o Vedenemo.
Es una diosa que suele ser representada como una sirena de largos cabellos, grandes pechos y cola de pez sentada en una roca, en ocasiones toca el arpa para atraer a los navegantes.
Sobre sus atribuciones, se la considera la personificación de las aguas, las cuales gobierna y está asociada a las riquezas de las aguas y la fertilidad.
Era la patrona de los pescadores, que le sacrificaban su primera captura para ganarse su favor y observaban muchos tabús durante la pesca. De hecho, Ved-ava era una personificación de sus preocupaciones.
También se la ha descrito como una diosa madre y de la fertilidad, aunque otra teoría la interpreta como el alma de personas ahogadas.
Sin embargo, cruzarse con Ved-ava era un augurio funesto y causa de desgracias, como ahogarse o quedarse ciego.
Tenemos muy poca información sobre la Ved-ava, pero podemos decir que era una divinidad muy respetada y temida.