Las belugas y los narvales son dos cetáceos muy conocidos.
Las primeras son famosas por su color completamente blanco y su aspecto entrañable, además de ser bien conocidas gracias a la cautividad, mientras que los segundos por el potente colmillo en forma de cuerno de unicornio que presentan los machos.
Ambas especies están estrechamente relacionadas y la idea de que son animales amigables y apacibles, en ocasiones asociada a la tendencia de la humanizar a los cetáceos, ha llevado a la idea de que se mueven de forma asociada. ¿Es esto cierto? Vamos a verlo. Sigue leyendo