Dragonología: Illuyanka

Seguimos con el tratado de dragonología y entramos en la poco conocida aunque interesante mitología hitita. En esta mitología encontramos una figura bastante interesante, uno de los primeros dragones, la serpiente Illuyanka.

Del mito de Illuyanka conocemos dos versiones diferentes.

La primera versión es también la más importante y se descubrió en las tablillas hititas de Hattusha y parece que se recitaba durante el año nuevo en el santuario de Nerik.

Básicamente, Illuyanka era una serpiente gigantesca que representa al invierno y derrotó a Tarhunt, dios de las tormentas y rey de los dioses al que los hurritas llamaban Teshub.

Tras esta derrota, el Dios de la Tormenta convoca a los demás dioses y pide ayuda a su hija Inara, diosa de los animales salvajes. Esta busca a un mortal llamado Hupasiyas, al cual promete amor y lealtad si le ayuda con una treta contra el dragón.

Estos organizan un banquete enorme con comida y bebida e invitaron al dragón, que bebió hasta hartarse. Una vez borracho, Hupasiya ató a la serpiente con una soga.

Entonces llegó Tarhunt con otros dioses y mató a Illuyanka.

Después de ello, Inara se llevó a Hupasiya a un lugar remoto donde vivieron juntos en una casa. Inara le puso a su amante la condición de nunca mirar por la ventana, pero tras veinte días Hupasiya no pudo resistir la tentación, miró por la ventana y vio a su mujer e hijos.

Ante esta visión, pidió a Inara poder regresar con su familia pero la diosa se sintió molesta por que el mortal le había desobedecido. El final del poema se ha perdido, por lo que no sabemos cómo fue castigado.

La segunda versión se conoce por un relieve de Malatya datada entre el 1050 y el 850 antes de la era común. Esto lo sitúa en la época nehotita, posterior a la caída de Hattusha. Sería un mito tardío.

En esta versión, Illuyanka derrotó al Dios Tormenta y le arrancó los ojos y el corazón. En busca de venganza, el dios vencido se unió a la semidiosa Hebat, hija de un mortal llamado Arm. De esta unión nació un hijo llamado Sarruma.

Cuando creció, Sarruma se casó con la hija de Illuyanka. Entonces, Tarhunt encargó a su hijo que pidiera su corazón y ojos como regalo de boda. El dragón accedió y, con sus ojos y corazón restaurados, el dios se enfrentó de nuevo al dragón, esta vez con éxito.

Cuando está a punto de vencer, Sarruma se percató de la batalla y de que había sido utilizado. Entonces se reconoció como parte del clan de Illuyanka y pidió morir junto al dragón. Su padre se lo concedió y mató a ambos con una tormenta de lluvia y relámpagos.

Según esta última versión Illuyanka vivía en el mar, que es donde se dirige Tarhunt en busca de venganza.

Hay que considerar que los hititas se mantuvieron la mayor parte de su historia alejados del mar, que temían bastante. Aunque poco antes de la caída de su capital fundaron un puerto y conquistaron Chipre.

En general, además de los peligros del mar, se ha descrito que Illuyanka representaba al invierno y que su derrota abría el camino a la agricultura.

Se han encontrado muchos paralelos de este mito. Comenzando por la Tiamat mesopotámica. El ciclo cananeo del Ba’al ugarítico, que fue supuestamente devorado por Mot.

Pero quizá el más interesante sea la comparación de W. Porzing en 1930 entre este mito y el enfrentamiento entre Zeus y Tifón, que fue una de las primeras comparaciones que dejaban clara la influencia de los mitos hititas sobre los griegos.

Sobre su etimología, se ha sugerido que podría ser un compuesto formado por dos palabras diferentes para serpiente: el protoindoeuropeo hillu y heng(w)eh.

En el videojuego Shin Megami Tensei IV, Illuyanka aparece como un dragón serpiente enmascarado.

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