El Mapa de John Snow

Volvemos a la cartografía aplicada con un tema interesante. A mucha gente le llamará la atención del nombre nuestro protagonista, John Snow, por ser uno de los  personajes principales de la popular saga literaria de George R.R. Martin y su aplaudida adaptación a la pequeña pantalla por parte de la HBO.

Sin embargo, en la vida real existió un John Snow que fue un influyente doctor de la Inglaterra victoriana que hoy en día es considerado el fundador de la epidemiología por motivos que veremos en esta entrada.

Una anécdota muy interesante de su carrera se relaciona con los primeros intentos de utilizar cloroformo para reducir el sufrimiento durante los partos. Esto causó cierta hostilidad en algunos sectores ya que en el Antiguo Testamento Dios decía a Eva que pariría con dolor, así que al aplicar cloroformo se estaba rompiendo nada menos que una ley divina. Comenzaron a surgir habladurías que atribuían órganos continuados y otras cosas al uso de anestesia en los partos.

John Snow

Hasta que en 1853 la reina Victoria I utilizó anestesia por cloroformo en su octavo parto y todas las habladurías desaparecieron, al menos en público. Fue John Snow el que aplicó la anestesia a la reina, quien en agradecimiento le dio el título de sir.

Este hombre fue el responsable de un avance trascendental en el tratamiento de epidemias.

En su época el cólera, producido por la bacteria Vibrio cholerae, era una de las principales causas de muerte en Europa y la opinión mayoritaria de la comunidad médica era que se trasmitía por miasmas en el aire pero Snow consideraba que se contagiaba por el agua.

Cuando llegó un brote especialmente virulento en el Soho londinense en 1854, en el cual se llegaron a cuantificar 700 muertes semanales en Londres, muchos médicos reaccionaron con estupor y John Snow realizó una brillante investigación a fin de aclararlo.

Junto al sacerdote Henry Whitehead cuantificó todas las víctimas que se habían producido por la epidemia, también visitó los edificios en los que se habían producido decesos y consultó los registros.

Esta información fue plasmada sobre un mapa en un diagrama de Voronoi, que divide el espacio en regiones de cercanía a una serie de puntos. En este diagrama representó las muertes como líneas negras y las fuentes de agua.

En este diagrama la región más cercana a la fuente de Broad Street (la cual estaba muy cerca de su clínica y cuya agua tenía reputación de tener buen sabor) parecía la más afectada pero la coincidencia no era del todo exacta, por lo que repitió el diagrama teniendo en cuenta la distancia de tiempo de tránsito a cada fuente, que midió con una cuerda y un lápiz. En este caso la coincidencia se volvió mayor.

Snow encontró varias excepciones, que estudió con una minuciosidad que aun hoy es aplaudida.

Un caso estaba en un tellar de Poland Street en pleno foco de la epidemia en el que, de 500 trabajadores, solo habían muerto 5. Snow descubrió que este taller tenía una fuente privada de agua que permitía a los trabajadores abastecerse sin acudir a la fuente Droad Street.

Un caso muy similar se dio en una fábrica de cerveza o “brewery” de la zona cuyos trabajadores podían beber directamente la cerveza para calmar su sed. La fermentación y el alcohol son letales para las bacterias, alcohol desinfectante.

Por el contrario, encontró que casos que residían en otros lugares con poca afectación de la enfermedad pasaban por la zona más afectada para trabajar o conseguir agua. Un ejemplo es el de una mujer de 59 años que no había estado en Broad Streey en meses pero cuyo carruaje acudía regularmente al lugar para conseguir una botella de agua. La mujer bebió esa agua un jueves y viernes, ese día enfermó y falleció el siguiente sábado.

Para concluir sus investigaciones, Snow tomó muestras de agua de distintas fuentes y las analizó al microscopio, encontrando en la de Broad Street un organismo desconocido.

Con todos estos datos y a fin de solucionar el problema, Snow propuso cerrar la bomba que suministrada agua a la fuente y recomendó que toda agua para consumo humano se hirviese previamente. Estas recomendaciones fueron un gran éxito que puso fin a la epidemia, que por aquel entonces se había cobrado la vida a 700 personas, un 10% de la población del Soho.

Los estudios que siguieron demostraron que la causa de la infección se encontraba en el pañal de un bebé enfermo que, como otros muchos desechos había ido a aparar al agua. Y es que el sistema de saneamiento de Londres en aquellos tiempos dejaba mucho que desear, pues normalmente los desagües se vaciaban en pocos ciegos bajo las viviendas dando lugar a un hedor que ayudaba a sostener la teoría miasmática.

Serían justamente el trabajo de John Snow durante esta epidemia y su mapa los que llevarían a desmentir esta.

Un año más tarde, Snow presentó un nuevo mapa al comité encargado de investigar la epidemia, en el cual se añadía información muy interesante como cuanta gente había muerto a 5 o 100 metros del pozo o que, de ocho pozos, solo cinco habían ocasionado muertes por cólera y que, cuanto más cerca del foco, más muertes.

El mapa original fue dibujado y litografiado por Charles Cheffins y sufrió varias modificaciones, pero fue incluido en el libro On the Mode of Communication of Cholera. Más tarde otros cartógramos intentaron mejorar el trabajo de Snow utilizando puntos en lugar de barras, uno de esos mapas que apareció en libros de cartografía fue dibujado por un ilustrador que se hacía llamar Regmarad en 1960.

La «Sopa Monstruosa»

Por todo ello, hoy en día se considera a John Snow como el principal precursor de la epidemiología y, junto a Charles Joseph Minard, un pionero de del de diseño de visualización de datos y a su mapa como un pionero de uso del método geográfico para estudiar una epidemia. También cambió la forma en que percibimos las visualizaciones de datos.

Sin embargo, murió en 1858, antes de poder ver su teoría confirmada públicamente.

Bibliografía:

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